Desarrollar nuestra propia estima personal es un trabajo que debemos hacer todos los días de nuestra vida.
La autoestima se va construyendo a lo largo de nuestros días, a través de nuestras experiencias y nuestros hábitos, y siempre partiendo de la base de un apoyo incondicional a uno mismo.
Para ello es importante que se hable a sí mismo con igual compasión como habla con alguien ajeno a usted y ser capaz de mirarse con idéntico amor y afecto como mira usted a alguien a quien estima y quiere.
La autoestima no es algo que se tiene o no se tiene, sino que es un valor personal que debe ir construyéndose poco a poco, con el devenir de los días y de la vida.
Hay que empezar por hablarse de una manera positiva y realista, apoyándose y siendo consciente al mismo tiempo de sus fallos, teniendo el firme propósito de mejorar.
Mejorar para ir convirtiéndose en la persona que quiere ser, siendo congruente y coherente con lo que piensa y con sus valores.
Así se va a ir desarrollando una integridad personal que supondrá estar de acuerdo con lo que íntimamente piensa y defiende, es decir, con esos valores que le hacen un ser humano único y que le diferencian de otros.
Para ser coherente con esos valores por los que se rige su corazón, sus acciones deben ser congruentes con los mismos. De esa manera se sentirá motivado y su vida irá teniendo una dimensión humana y espiritual que trascenderá a lo superficial y al hecho de, simplemente, estar.
Nunca olvide que usted tiene el derecho de ser lo que quiera ser y de actuar en consecuencia. Además, lo único que nadie podrá sustraerle nunca será la actitud, única y personal que tomar frente a los acontecimientos diarios que le suceden.
Saberse poseedor de esa actitud le hará sentirse bien, mejorar la confianza en sí mismo y tener la claridad de mente necesaria para ver que los acontecimientos difíciles sucederán en su vida, pero que será única y exclusivamente su actitud la que determinará que éstos le afecten de una manera u otra. Que le hagan hundirse o que le ayuden a crecer, a pesar del dolor.